La arrogancia del LIDER

Que los líderes no tengan conocimientos amplios de las materias no importa. Su función es, precisamente, enarbolar ideas, encandilar a la masa, y, resultar tan atractivos y encantadores, que sus seguidores se sientan atraídos por ellos hasta el punto de que sean capaces de dejar de pensar por sí mismos y aceptar todo lo que aquellos dicen sin hacerse más preguntas, delegando la voluntad propia.
Cuando alguien posee esa cualidad resulta peligroso. Por otra parte, se trata de un deseo manifiesto en todos aquellos que adolecen de ambición. ¿A quién no le gustaría ser poderoso?. Algunos harían lo que fuera por estar en la cúspide. Entiendo que hay personas que nacen con esta genialidad y que hay otras que carecen de ella pero la buscan, a veces de modo tan desesperado, que pagan por tenerla.
De cómo acceda al liderazgo dependerá su fortaleza. Y para mantenerse en su puesto se rodeará de acólitos que le sean fieles.
En términos generales así funcionan los grupos, y, entre ellos, los de tipo político.
La necesidad de participar, de solucionar problemas, de ayudar a los demás, de aportar ideas, etc., hace que nos integremos en alguno de ellos. Siempre sintiendo admiración por el líder y por su círculo más cercano y con la ambición de ser elegido para formar parte de este.
En el político, el líder no debe estar ajeno a lo que ocurre a su alrededor, no tiene que estar en un orden superior alejado de la realidad, porque debe captar votos y sensibilidades, debe transmitir que está para resolver y ayudar a todos.
Detrás de lo que se ve hay un círculo de personas que se encargan de mantener en primera línea al líder. Son los que se encargan de la imagen de aquel, de que sea correcto en todo y siempre, de conseguir dinero para financiarse...Y todo esto debe, por supuesto, recompensarse de forma económica y política.
Una vez que se accede al gobierno se decide a quiénes se recompensa con las carteras ministeriales y no importa que no vayan a desempeñar de forma adecuada su función sino que han sido buenos amigos, que se tienen intereses muy comunes y que no pueden traicionar al líder.
El desconocimiento en la materia a desarrollar será suplido por los conocimientos técnicos de secretarios y, si estos no pueden, ya que, a su vez, son designados a dedo para garantizar la lealtad de quien gobierna, buscarán asesores externos, engrosando, de este modo, la administración.
Actualmente, resulta indignante la ignorancia de muchos de los que están en el gobierno. No hace mucho escuché a un ministro decir que la energía es un recurso escaso. Quise entenderlo como un desliz, como que se refería a los recursos energéticos y no a la energía. ¿Recordáis la máxima de que la energía no se crea ni se destruye, simplemente se transforma?. A lo largo de la entrevista siguió incurriendo en el mismo error. Y el desconocimiento en las cuestiones básicas es más que evidente, de este modo, a nadie se le escapa que se ignora lo que es Renta Nacional o Producto Nacional. Su simple fórmula debería serle recordada al gobierno:
Y = C + I + G + X - M
 La Renta Nacional es la suma de los siguientes factores Consumo (C), Inversión (I), Gasto público (G) , Exportaciones (X) y a todo ello habría que quitarle lo que importamos (M).
Es muy simple entender, sin entrar en detalles de los factores que pueden influir en cada uno de los sumandos, que para generar riqueza habrá que hacer que esa suma resulte positiva. Sin embargo, nos encontramos con que la política que se está aplicando incide en todo lo contrario. Cada vez es menor el consumo, se ha reducido considerablemente la inversión, no hay gasto público y el único motor de la economía deben ser las exportaciones, pero estas se encuentran con un euro fuerte frente al dólar y al yen, con lo que ese sumando no puede incrementarse de modo que aunque el resto sea negativo se genere riqueza. Y aunque sea de modo simple está claro que debería regenerarse cada uno de esos sumandos.
A veces en ver lo más simple se puede encontrar la solución....
Y esta es hoy mi tribulación.